Perdone, ¿sabe usted dónde está el Palacio de Justicia?
- El Palacio está a la vuelta de la esquina, ahora la justicia es más difícil de encontrar...
En la consulta del médico:
- Doctor, doctor, ¡me duelen los gitanales!
- Será los genitales...
- ¡Ah!, es que como son morenitos y con mucho pelo...
Esto es un hombre que tiene un dolor insoportable en el testículo
izquierdo, y decide ir al doctor. Pero por el dolor tan grande que
sentía el pobre hombre se confundió y entró en el despacho de un abogado
y le dijo:
- Doctor, vengo porque me duele mucho el testículo izquierdo.
El abogado le contesta:
- Señor, usted está en un error, yo soy Doctor en Derecho.
Y el hombre responde:
- ¡Coño! Que avanzada está la ciencia, ahora hay un doctor para cada huevo.
Dos amigos están hablando sobre sus planes de futuro:
- Pues yo estoy buscando novia para casarme, pero no sé qué hacer,
porque a mi madre no le gusta ninguna de las chicas que le he
presentado.
- Entonces busca una chica como tu madre y preséntasela.
- Ya lo he hecho, pero al que no le gustó fue a mi padre.
Va un anciano a la consulta del médico y le dice:
- Mire usted señor doctor. Yo cuando voy por el primero voy bien. Cuando
voy por el segundo empiezo a fatigarme. En el tercero me dan calambres y
escalofríos, y en el cuarto ya me desplomo.
- Pero usted, ¿qué edad tiene? - pregunta el médico asombrado.
- Pues 87 años.
- ¿Y a su edad qué más quiere?
- ¡Pues llegar al quinto que es donde vivo!
Esto era un gato que maullaba al cazar, pero ningún ratón se dejaba
atrapar. Entonces el gato cambió de táctica y empezó a ladrar y los
ratones salían de sus escondites y los atrapaba.
Un día un ratón que acababa de ser atrapado le dijo:
- ¡Eres un tramposo! Si eres un gato, ¿por qué ladras?
El gato, muy serio, le respondió:
- Amigo mío, hoy en día el que no sepa idiomas, ¡se muere de hambre!