Si estás pendiente
de un asunto profesional,
te conviene ser realista
y no esperar un milagro.
Analiza a qué aspiras
y las opciones que
tienes
de conseguirlo. A veces,
la buena voluntad no basta.
Alguien
cercano te asesorará
sobre tus posibilidades.
Eso te hará sentir muy
bien.