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Doctrina moral

El hecho de que conecte la moral con la redención subjetiva, o justificación, es una característica notable del pensamiento paulino. Resulta particularmente chocante el capítulo vi, de la carta a los romanos. En le bautismo "el hombre viejo es crucificado con Cristo para que el cuerpo de pecado sea destruido con el fin de que no sirvamos ya más al pecado" (Rom., vi, 6). Nuestra incorporación al cuerpo místico de Cristo no es solamente una transformación y una metamorfosis, sino una acción real, el nacimiento de un nuevo ser, sujeto a nuevas leyes y, por consiguiente, a nuevos deberes. Para comprender la importancia de nuestras obligaciones basta vernos a nosotros mismos como cristianos y hacer realidad las nuevas relaciones que resultan de este nacimiento sobrenatural: la filiación a Dios padre, la consagración al Espíritu Santo, la identidad mística con nuestro salvador Jesucristo y la hermandad con los otros miembros de Cristo. Pero esto no es todo. Pablo dice a los neófitos: "Gracias sean dadas a Dios porque, siendo siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a la doctrina en la que habéis sido liberados . . . . Pero ahora, siendo libres del pecado, habiéndoos convertido en los siervos de Dios, tenéis el fruto de la santificación, y en la vida eterna" (Rom., vi, 17, 22). Por el acto de fe y el bautismo su sello, el cristiano se hace libremente siervo de Dios y soldado de Cristo. La voluntad de Dios, que él acepta de antemano en la medida en que se manifiesta, se convierte, de ahí en adelante, en su código de conducta. Así es que el código moral de San Pablo descansa por un lado en la voluntad positiva de Dios dada a conocer por Cristo, promulgada por los apóstoles, y aceptada virtualmente por los neófitos en su primer acto de fe, y por otro lado en la regeneración por el bautismo y en la nueva relación que él produce. Todos los mandamientos y recomendaciones de Pablo son una mera aplicación de estos principios.

La redención subjetiva

Habiendo ya muerto y resucitado Cristo, la redención se ha completado en principio y por ley para toda la raza humana. Todo hombre puede hacerla suya de hecho por la fe y el bautismo, que, uniéndolo a Cristo, le hace partícipe de la vida divina. La fe, según San Pablo, se compone de varios elementos: sumisión del intelecto a la palabra de Dios; abandono del creyente a su salvador que promete asistencia; acto de obediencia por el que el hombre acepta la voluntad divina. Tal acto posee un valor moral puesto que “da gloria a Dios” (Rom., iv, 20) en la medida en la que reconoce su propia impotencia. Es por esta razón por la que "Abraham creyó a Dios y le fue reputado por justicia" (Rom., iv, 3; Gal., iii, 6). Los hijos de Abraham, del mismo modo, "justificados por la fe sin el auxilio de la ley" (Rom., iii, 28; cf. Gal., ii, 16). Se sigue pues: (1) Que la justicia la otorga Dios en consideración de la fe. (2) Que, sin embargo, la fe no es equivalente a la justicia dado que el hombre es justificado por la gracia (Rom., iv, 6). (3) Que la justicia otorgada gratuitamente al hombre deviene su propiedad y le es en adelante inherente. Antes los protestantes afirmaban que la justicia de Cristo nos es imputada aunque actualmente reconocen que el argumento va contra la escritura y carece de la garantía paulina; pero algunos, se atienen a basar la justificación en un buen trabajo (ergon), niegan el valor moral de la fe y predican que la justificación no es sino un juicio formal de Dios, que no altera absolutamente nada la justificación del pecador. Tal teoría es insostenible; pues: (1) incluso admitiendo que “justificar” signifique “declarar justo”, es absurdo suponer que Dios declara justo a alguien que no lo es aún o que no se vuelve justo por la declaración misma. (2) La justificación es inseparable de la santificación, dado que esta última es "la justificación de la vida" (Rom., v, 18) y que cada "justo vive por la fe" (Rom., i, 17; Gal., iii, 11). (3) Por la fe y el bautismo muere el “hombre viejo”, lo que es imposible sin empezar a vivir como hombre nuevo que “de acuerdo con Dios es creado en la justicia y en la santidad” (Rom., vi, 3-5; Eph., iv, 24; I Cor., i, 30; vi, 11). Podemos, pues, establecer una distinción de definición entre los conceptos de justificación y santificación, pro no podemos separar las dos cosas ni considerarlas como cosas separadas.

La redención objetiva en tanto obra de Cristo

Hemos visto como el hombre caído es incapaz de levantarse de nuevo sin ayuda, Dios en su misericordia envió su Hijo para salvarlo. Que Jesucristo nos salvó en la cruz es una doctrina de San Pablo a menudo repetida, que “fuimos justificados por su sangre” y que “fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo" (Rom., v, 9-10). ¿Qué da a la sangre de Cristo, a su muerte, a su cruz esta fuerza salvadora? Pablo no responde nunca a esta pregunta directamente, pero nos enseña el drama del Calvario bajo tres aspectos, que hay peligro en separa y que se comprenden mejor comparándolos entre sí: (a) por un lado la muerte de Cristo es un sacrificio, como los de la antigua ley, para expiar el pecado y para hacerse a Dios propicio. Cf. Sanday y Headlam, "Romans", 91-94, "La muerte de Cristo en tanto que sacrificio". "Es imposible en este pasaje (Rom., iii, 25) desembarazarse de la siguiente doble idea: (1) del sacrificio; (2) del sacrificio expiatorio . . . Independientemente de este pasaje, no es difícil probar que estas dos ideas de sacrificio y de propiciación son la raíz misma de la enseñanza, no sólo de San Pablo, sino de todo el nuevo testamento en general. "El doble peligro de esta idea es primeramente el querer aplicar al sacrificio de Cristo todos los modos de acción, reales o supuestos, de los sacrificios imperfectos de la antigua ley y, por otro lado, el suponer que Dios se apiada por una especie de efecto mágico, en virtud de este sacrificio donde, por el contrario, fue Él quien tomó la iniciativa de la misericordia instituyendo el sacrificio del Calvario y dotándolo de un valor expiatorio”. (b) Por otro lado, la muerte de Cristo representa la redención, el pago del rescate que da como resultado la liberación del hombre de su servitud anterior (I Cor., vi, 20; vii, 23 [times egorasthete]; Gal., iii, 13; iv, 5 [ina tous hypo nomon exagorase]; Rom., iii, 24; I Cor., i, 30; Eph., i, 7, 14; Col., i, 14 [apolytrosis]; I Tim., ii, 6 [antilytron]; etc.) Esta idea, correcta en principio, puede ser inconvenientemente exagerada o aislada. Llevándola más allá del sentido con el que fue escrita, algunos padres avanzaron la extraña sugestión de que Cristo pagó al demonio, que nos tenía sujetos, el necesario rescate. Otro error es considerar la muerte de Cristo como un valor en sí mismo, independientemente del Cristo que la ofreció a Dios por la remisión de nuestros pecados.
(c) También a menudo, Cristo parece sufrir en nuestro lugar, como castigo por nuestros pecados. Parece sufrir una muerte física para salvarnos de la muerte moral del pecado y preservarnos de la muerte eterna. Esta idea de una substitución resultó talmente llamativa a los teólogos luteranos, que admitieron una equivalencia cuantitativa entre el sufrimiento de Cristo y el castigo merecido por nuestras faltas. Llegaron incluso a mantener que Jesús sufrió el castigo de perder la visión divina y sufrir la maldición del Padre. Todo esto no es más que extravagancias que no hicieron sino arrojar descrédito sobre la teoría de la substitución. Se ha dicho con acierto, que la transferencia del castigo de una persona a otra es una injusticia y una contradicción, dado que el castigo es inseparable de la falta y que un castigo inmerecido no es ya más un castigo. Por otro lado, San Pablo no dice nunca que Cristo murió en nuestro lugar (anti), sino sólo que murió por nosotros (hyper) a causa de nuestros pecados.
En realidad, los tres puntos considerados más arriba no son sino tres aspectos de la redención que, lejos de excluirse los unos a los otros, se armonizan y se combinan, modificando si es necesario todos los otros aspectos del problema. En el texto siguiente, San Pablo reúne estos diferentes aspectos con algunos otros. Somos "justificados gratuitamente por su gracia por la redención en Cristo Jesús, a quien Dios puso como sacrificio de propiciación, mediante la fe en su sangre, para la manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios para manifestar su justicia en el tiempo presente; para probar que es justo y que justifica a todo el que cree en Cristo Jesús" (Rom., iii, 24-26). Se designan aquí las partes de Dios, de Cristo y del hombre: (1) Dios toma la iniciativa; Él ofrece a su Hijo; Él va a manifestar su justicia, pero le inclina a ello su misericordia. Es, pues, incorrecto o más o menos inadecuado decir que Dios estaba ofendido con la raza humana y que se apaciguó solamente a causa de la muerte de su Hijo. (2) Cristo es nuestra redención (apolytrosis), es el instrumento de la expiación y de la propiciación (ilasterion), y lo es a causa de su sacrificio (en to autou aimati), el cual no se parece en nada al sacrificio de animales irracionales; deriva su valor de Cristo, que lo ofreció por nosotros a su Padre en la obediencia y el amor (Fil., ii, 8; Gal., ii, 20). (3) el hombre no es un elemento meramente pasivo en el drama de la salvación; él debe entender la lección enseñada por Dios y apropiarse por la fe del fruto de la redención.

La persona del Redentor

Casi todas las referencias a la persona de Jesucristo llevan, directa o indirectamente aparejado, el papel de salvador. La cristología paulina es siempre soteriológica. A pesar de lo amplio de estos esquemas, ellos nos muestran la fiel imagen de Cristo en su preexistencia, en su existencia histórica y en su vida gloriosa (véase F. Prat, "Théologie de Saint Paul").

(1) Cristo en su preexistencia

(a) Cristo pertenece a un orden superior a lo creado (Eph., i, 21);Él es el creador y el mantenedor del mundo (Col., i, 16-17); Todo es por Él, en Él, y para Él (Col., i, 16). (b) Cristo es la imagen del Padre invisible (II Cor., iv, 4; Col., i, 15); Él es el hijo de Dios, pero, a diferencia de los otros hijos, lo es de un modo incomunicable; Él es el hijo, el hijo mismo, el bienamado y lo ha sido siempre (II Cor., i, 19; Rom., viii, 3, 32; Col., i, 13; Eph., i, 6; Etc.). (c) Cristo es el objeto de las doxologías reservadas sólo a Dios (II Tim., iv, 18; Rom., xvi, 27); Se le reza como se le reza al Padre (II Cor., xii, 8-9; Rom., x, 12; I Cor., i, 2); Los dones que se le piden pueden ser sólo concedidos por Dios, particularmente la gracia y la salvación (Rom., i, 7; xvi, 20; I Cor., i,3; xvi, 23; Etc.) ante Él se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el abismo (Fil., ii, 10), puesto que toda cerviz se inclina en adoración de su Altísima Majestad. (d) Cristo posee en sí todos los atributos divinos; es eterno, pues que es el "primer nacido de toda criatura" y existe antes de todas los tiempos (Col., i, 15, 17); es inmutable, puesto que existe "en forma de Dios" (Fil., ii, 6); es omnipotente, puesto que tiene poder para hacer surgir todo de la nada (Col., i, 16); Es inmenso, dado que llena todas las cosas con su plenitud (Eph., iv, 10; Col., ii, 10); Es infinito, puesto que "la plenitud divina opera en Él" (Col.ii, 9). Todo ello es la característica especial de Dios que le pertenece por derecho; su sede en el juicio es la de Cristo (Rom., xiv, 10; II Cor., v, 10); El evangelio de Dios es el de Cristo (Rom., i, 1, 9; xv, 16, 19, etc.); La iglesia de Dios es la de Cristo (I Cor., i, 2 and Rom., xvi 16 sqq.); el reino de Dios es el de Cristo (Eph., v, 5), el Espíritu de Dios es el de Cristo (Rom., viii, 9 sqq). (e) Cristo es el Señor (I Cor., viii, 6); Se le identifica con el Jahvé del viejo testamento (I Cor., x, 4, 9; Rom., x, 13; cf. I Cor., ii, 16; ix, 21); Él es el Dios que “adquirió su iglesia con su propia sangre" (Hechos, xx, 28); es nuestro "Dios y salvador Jesucristo" (Tit., ii, 13); es el Dios "de todas las cosas" (Rom., ix, 5), representa en su infinita transcendencia la suma y sustancia de todo lo creado.

(2) Jesucristo como hombre

Pablo esboza el otro aspecto de la figura de Cristo con mano no menos firme. Jesucristo es el segundo Adán (Rom., v, 14; I Cor., xv, 45-49); "el mediador entre Dios y los hombres" (I Tim., ii, 5), y, en tanto que tal, es necesariamente un hombre (anthropos Christos Iesous). De tal forma que desciende de los patriarcas (Rom., ix, 5; Gal., iii, 16), es "de la estirpe de David según la carne)" (Rom., i, 3), "nacido de mujer" (Gal., iv, 4), como todos los hombres; y finalmente, es conocido como hombre en su apariencia, similar a la de todos los hombres (Fil., ii, 7), aparte del pecado, que no conoció ni pudo conocer (II Cor., v, 21). Cuando San Pablo dice que "Dios envió a su Hijo bajo la apariencia de la carne pecadora" (Rom., viii, 3), no quiere decir que niega la realidad de la carne de Cristo, sino que niega únicamente su aspecto pecador.

En ningún sitio explica el Apóstol como se realiza en Cristo la unión de las naturalezas divina y humana, le basta con afirmar que Aquel que poseía "la naturaleza de Dios' tomó "la naturaleza del siervo" (Fil., ii, 6-7), o con afirmar la encarnación con la siguiente fórmula sucinta: "Dado que en Él se realiza la plenitud de la Divinidad corporalmente" (Col., ii, 9). Lo que podemos ver claramente es que Cristo es una sola persona a la que se atribuyen, a menudo en una única sentencia, las cualidades propias de la naturaleza humana y las de la naturaleza divina, como la preexistencia, la existencia histórica y la vida gloriosa (Col., i, 15-19; Fil., ii, 5-11; Etc.). La explicación teológica de este misterio ha dado lugar a innumerables errores. Por ejemplo la negación de una de las naturalezas, sea la humana (docetismo), sea la divina (arrianismo), o bien las dos naturalezas se consideraron unidas de una forma accidental, dando lugar a dos personas (nestorianismo), o las dos naturalezas se consideraron dos aspectos de una sola (monofisismo), o bien, con el pretexto de unirlas, se mutilaba una de ellas, sea la humana (apolinarianismo), o la divina, dando lugar a la extraña herejía moderna conocida bajo el nombre de Kenosis.

Esta última requiere una breve explicación, puesto que está basada en el dicho de san Pablo: "Siendo de forma divina… se despojó a sí mismo (ekenosen eauton, de donde kenosis) tomando la forma de un siervo" (Fil., ii, 6-7). Contrariamente a la opinión común, Lutero aplicó estas palabras, no al Verbo, sino a Cristo, esto es, el Verbo encarnado. Además él comprendió la communicatio idiomatus como una posesión real por cada una de las dos naturalezas de los atributos de la otra. Según este punto de vista, la naturaleza humana de Cristo habría poseído los divinos atributos de la ubicuidad, de la omnisciencia y de omnipotencia. Entre los teólogos luteranos hay dos sistemas: uno afirma que la naturaleza humana de Cristo se despojó voluntariamente de sus atributos (kenosis), y el otro que estos mismos atributos fueron velados durante su existencia mortal (krypsis). Modernamente, la doctrina de la Kenosis, siempre restringida estrictamente a la teología luterana, ha cambiado completamente de opinión. A partir de la idea filosófica de que la “personalidad” se identifica con la “consciencia”, se mantiene que allá donde hay una única persona, hay una única consciencia; pero pues que la consciencia de Cristo era íntegramente humana, la consciencia divina había necesariamente dejado de existir o por lo menos de actuar en Él. Según Tomas, teórico del sistema, El hijo de Dios fue despojado, no después de la encarnación como afirmó Lutero, por el hecho mismo de la encarnación, y lo que hizo posible la unión del Logos con la humanidad fue la facultad de la divinidad de poderse limitar a sí misma en ser y en actividad. Los otros partidarios del sistema se expresan de una forma análoga. Gess, por ejemplo, dice que en Jesucristo el ego divino se transmutó en el ego humano. Cuando se objeta que Dios es inmutable, que no puede dejar de ser, ni limitarse, ni transformarse, ellos replican que este razonamiento no es más que una hipótesis metafísica, un concepto sin realidad. (Para ver varias formas de Kenosis consúltese Bruce, "The Humiliation of Christ", p. 136.)
Todos esto sistemas no son sino variantes del Monofisismo. Siguen considerando inconscientemente que en Cristo no hay sino una naturaleza como para una única persona. Según la doctrina católica por el contrario, la unión de las dos naturaleza sin una persona única no cambia la naturaleza divina y no implica ningún cambio físico en la naturaleza humana de Cristo. Sin duda Cristo es el Hijo y tiene moralmente derecho, incluso como hombre, a los bienes de su padre, como la inmediata visión de Dios, la felicidad eterna y el estado de gloria. Se encuentra luego despojado temporalmente de una parte de estos bienes para que pueda cumplir su misión en tanto que redentor. Abajamiento y la aniquilación de los que nos habla San Pablo, cosa totalmente diferente de la Kenosis más arriba descrita.

La humanidad sin Cristo

Los primeros tres capítulos de la epístola a los romanos muestran nuestra naturaleza humana bajo el imperio del pecado. Ni los gentiles ni los judíos pudieron contener el alud del mal. La ley mosaica fue una barrera fútil porque prescribió el bien sin dar fuerzas para su cumplimiento. El apóstol llega al a siguiente conclusión poco entusiasta: "No hay diferencia (entre judíos y gentiles) puesto que todos pecaron y todos necesitan la gloria de Dios" (Rom., iii, 22-23). Procede luego a mostrarnos la causa histórica de este mal: "A causa de un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte; así que la muerte pasó a todos los hombres puesto que todos en él pecaron" (Rom., v, 12). Este hombre es Adán evidentemente, que trajo el pecado trajo al mundo, y no sólo un pecado personal, sino un pecado predominante que dejó en todo los hombres la semilla de la muerte: "Todos pecaron cuando Adán pecó; todos pecaron en y con su pecado" (Stevens, "Pauline Theology", 129). Queda, sin embargo, por ver como el pecado original que es nuestra heredad, se manifiesta externamente y se convierte en la fuente de nuestros pecados actuales. Nos lo enseña Pablo en el capítulo séptimo, donde describe la lucha entre la ley, asistida por la razón, y la naturaleza humana debilitada en la carne y la tendencia al mal, representa la naturaleza como inevitablemente vencida: "Dado que me deleito en la ley de Dios según el hombre interior: pero hay otra ley en mis miembros que lucha contra la ley del espíritu y me hace cautivo en el pecado" (Rom., vii, 22-23). Esto no quiere decir que el organismo, el substrato material, sea pecado en sí mismo como algunos teólogos de la escuela de Tübingen lo han dicho, puesto que la carne de Cristo, en todo semejante a nosotros, estuvo exenta del pecado, y el apóstol nos desea que nuestros cuerpos, destinado a la resurrección, queden libres de toda mancha. La relación entre el pecado y la carne no es ni inherente ni necesaria; es accidental, determinada por un hecho histórico y capaz de desaparecer por la actuación del Espíritu Santo, siendo sin embargo cierto, que no está en nuestra mano el poder superarlo sin ayuda, lo que implica la necesidad del Salvador.
Y sin embargo, Dios no abandona al hombre pecador. Él continúa a manifestarse en el mundo visible (Rom., i, 19-20), por la luz de la conciencia (Rom. ii, 14-15) para, finalmente, manifestarse a través de su providencia, siempre activa, paternal y benevolente (Hechos, xiv, 16; xvii, 26). Más aún, en su infinita misericordia, Él "salvará a todos los hombres y los hará llegar al conocimiento de la verdad" (I Tim., ii, 4). Esta voluntad es necesariamente subsiguiente al pecado original, pues que concierne al hombre tal y como es en la actualidad. Según su bondadoso deseo, Dios conduce paso a paso al hombre hacia la salvación. A los patriarcas, particularmente a Abrahán, hizo una promesa libre y generosa, confirmada por el juramento (Rom., iv, 13-20; Gal., iii, 15-18), que anticipaba el evangelio. A Moisés dio su ley, cuya observación debería haber sido medio de salvación (Rom., vii, 10; x, 5), la cual, aún violada como lo fue en realidad, resultó ser una guía que condujo a Cristo (Gal., iii, 24) y el instrumento de la misericordia en sus manos. La ley fue un mero interludio hasta que la humanidad estuvo preparada para la revelación (Gal., iii, 19; Rom., v, 20), originando así la intervención divina. (Rom., iv, 15). Allá donde abundó el mal surgió el bien y "la escritura concluyó bajo el pecado, mientras que la promesa, por la fe en Jesucristo, pudo ser dada a los que creen" (Gal., iii, 22). Todo esto se cumplió "al final de los tiempos" (Gal., iv, 4; Eph., i, 10), esto es, en el momento dispuesto por Dios para la ejecución de sus designios misericordiosos, cuando la impotencia del hombre pudiera manifestarse plenamente. Entonces, "Dios envió a su hijo nacido de mujer bajo la ley, para que pudiera redimir al hombre que estaba bajo la ley, para que pudiera recibir la adopción filial" (Gal., Iv, 4).

Pablo y Cristo

La presente cuestión pasó por dos fases distintas. Si se sigue a la escuela de Tübingen, el apóstol tenía sólo un conocimiento vago de la vida y la obra del Cristo histórico e incluso desdeñaba tal conocimiento como inferior e inútil. Su única razón es el texto siguiente mal interpretado: "Et si cognovimus secundum carnem Christum, sed nunc jam novimus" (II Cor., v, 16). La contraposición que se observa en este texto no es la del Cristo histórico y el Cristo glorificado, sino la del Mesías tal y como los judíos incrédulos se lo representaban, (y quizá como algunos judaizantes lo predicaban) y el Mesías tal y como se le manifestó en su muerte y resurrección, y tal como él lo confesó después de su conversión. No es ni admisible ni probable que Pablo se desinteresase de la vida para predicar a Cristo, al que amaba apasionadamente, que le sostenía para la imitación de los neófitos, y cuyo Espíritu se jactaba de tener. No puede creerse que no interrogara sobre esta cuestión a los testigos presenciales que eran Barnabé, Silas, o los futuros historiadores de Cristo, Marcos y Lucas, con quienes estuvo tanto tiempo asociado. Un examen cuidadoso de este asunto nos hace llegar a las tres siguientes conclusiones, hoy generalmente aceptadas: (1) Hay en San Pablo más alusiones a la vida y a las enseñanzas de Cristo de lo que podría suponerse a primera vista, y el hecho de que sean alusiones sin énfasis demuestra que el Apóstol sabía de este asunto más de lo que decía y de lo que pudiera decir. (2) Estas alusiones son más frecuentes en San Pablo que en los evangelios. (3) Desde los tiempos apostólicos hubo una catequesis, que se refería, entre otras cosas, a la vida y enseñanzas de Cristo y que todos los neófitos tenían que poseer, de tal modo que no era necesario referirse a estos asuntos sino ocasionalmente y de paso.
La segunda fase de la cuestión está estrechamente conectada con la primera. Los mismos teólogos que predican que Pablo era indiferente a la vida y a las enseñanzas previas de Cristo, exageran deliberadamente su originalidad e influencia. Según ellos, Pablo fue el creador de la teología, el fundador de la Iglesia, el predicador del ascetismo, el defensor de los sacramentos y del sistema eclesiástico, el adversario de la religión del amor y de la libertad que Cristo vino a anunciarnos. Si para honorarlo, Pablo fue llamado el segundo fundador del cristianismo, este cristianismo debió de ser al menos parcialmente opuesto al primitivo. Así, se hace responsable a Pablo de todas las antipatías del pensamiento moderno hacia el cristianismo primitivo. En gran medida reside aquí el movimiento que podríamos llamar “retorno a Cristo”, de cuyas divagaciones somos ahora testigos. En realidad, la razón principal del llamado “retorno a Cristo” es escapar de San Pablo, a la raíz del dogma y teólogo de la fe. El grito "Zuruck zu Jesu" (vuelta a Jesús) que resonó en Alemania por treinta años, está inspirado por una intención posterior, "Los von Paulus" (dejemos a Pablo). El problema es el siguiente: ¿Fue la relación de Pablo hacia Cristo la de un discípulo hacia su maestro? O ¿fue Pablo un autodidacto absolutamente independiente del evangelio de Jesús y de la predicación de los doce? Uno tiene que admitir que los trabajos publicados no proyectan demasiada luz sobre el tema. Sin embargo, las discusiones habidas no dejaron de ser útiles, dado que han puesto de relieve que la mayor parte de las doctrinas típicamente paulinas como la justificación por la fe, la muerte redentora de Cristo o la universalidad de la salvación, están de acuerdo con los primeros escritos de los demás apóstoles en los que ellas se basan. Julicher en particular ha subrayado que la cristología de San Pablo, más exaltado que sus compañeros de apostolado, nunca fue objeto de controversia y que él mismo no fue nunca consciente de singularidad alguna en estos asuntos comparado con los otros heraldos del evangelio. Cf. Morgan, "Back to Christ" in "Dict. of Christ and the Gospels", I, 61-67; Sanday, "Paul", loc. cit., II, 886-92; Feine, "Jesus Christus und Paulus" (1902); Goguel, "L'apôtre Paul et Jésus-Christ" (Paris, 1904); Julicher, "Paulus und Jesus" (1907).

Datos sobre Jesús de Nazaret

El relato resulta historiográficamente menos fiable que otros con respecto a la biografía de Jesús de Nazaret, debido a que es más tardío (posterior al evangelio de Lucas) y más elaborado desde un punto de vista catequético. Contiene únicamente relatos de la resurrección y algunos dichos atribuidos a Pedro.Menciona a "Santiago el hermano de Jesús" (Hechos 12:17, Hechos 15:13 y siguientes), en lo que coincide con las cartas de Pablo.

Autoría

La evidencia externa, que es relativamente extensa y temprana, como el fragmento muratoriano (una traducción del siglo VII de un texto griego del siglo II descubierta por Ludovico Antonio Muratori en el XVIII), Ireneo, Tertuliano, Clemente y Orígenes todos apuntan a Lucas, el compañero de Pablo (Filemón 24), quien tal vez estaba con él como médico (Colosenses 4:14).El mismo libro de Hechos indica que fue escrito por un compañero de Pablo. En Hechos 16:10 el escritor, sin previo aviso, pasa de la tercera persona a la primera: "Pero cuando vio la visión enseguida procuramos avanzar hacia Macedonia" (ver también Hechos 20:5-22, Hechos 21:12-18 y Hechos 27:1-28:16).La evidencia de la autoría del tercer evangelio también cuenta para los Hechos (se puede comparar Lucas 1:1-4 con Hechos 1:1). Aunque el autor nunca menciona su propio nombre, la tradición de atribuir la autoría a Lucas data por lo menos del segundo cuarto del siglo II.

Datación

La datación mayoritaria (Norman Perrin, E. Lohse, P. Vielhauer, O. Cullman) sitúa a este libro en los años 80, debido a que esta es la década en que se suele fechar el Evangelio según san Lucas, que lo precede. Sin embargo, la horquilla datacional que puede encontrarse en la bibliografía acerca de este tema es muy amplia.
La datación más tardía está limitada por la existencia del papiro P45, de la primera mitad del siglo III y por la mención que la Epistula apostolorum hace de este texto a mediados del siglo II. Autores como E. Schürer o F.C. Burkitt han sugerido que Hechos era posterior a las Antigüedades judías de Flavio Josefo, al señalar posibles dependencias de Hechos con respecto a la obra de Josefo. Esta teoría ha sido rebatida por autores como Adolf von Harnack, F.J. Foackes Jackson, W. Kümmel, G.W.H. Lampe y T.W. Manson.Algunos autores (B. Reicke, C. Vidal) proponen fechas anteriores al año 70 o incluso al año 62, basándose en los siguientes datos: El libro finaliza bruscamente con el comienzo de la cautividad de Pablo en Roma, hacia el año 60.
Aunque relata el martirio del diácono Esteban y del apóstol Santiago el de Zebedeo, no menciona el de Santiago el hermano de Jesús, que tuvo lugar en el año 62 y habría supuesto un argumento importante para retratar a los dirigentes judíos como enemigos del evangelio, exculpando a los romanos, en el mismo tono conciliador que el resto del libro. No menciona la muerte de Pedro en las persecuciones de Nerón, en los años 62-64
Tampoco relata la muerte del personaje más prominente del libro, Pablo de Tarso, también como mártir, en los años 60. Presenta a los dirigentes judíos, especialmente a los saduceos, como enemigos, entre los que no se incluye de forma tan clara a los romanos, de modo similar al evangelio de Lucas. Esto no parece coherente con el ambiente de persecución romana contra el cristianismo que se inició con Nerón.
Tampoco se menciona, ni directa ni indirectamente, la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70, que habría servido para reforzar la imagen de Jesús como profeta. El principal problema que presenta esta teoría, es que Lucas 21 profetiza la destrucción de Jerusalén. Dado que se supone que la profecía está escrita después finalizar la guerra en el año 70, suele situarse a Lucas después de esta fecha. Sin embargo, autores como C.C. Torrey y C.H. Dodd exponen que Lucas 21 no da ningún detalle histórico de la destrucción de Jerusalén, sino que toma todas las imágenes del Antiguo Testamento (Jeremias 21, Zacarias 12, Zacarias 14, Esdras 9, Salmos 79, Ezequiel 40-48, etc.).

Hechos de los Apóstoles

Los Hechos de los Apóstoles es el nombre de un libro de la Biblia, el quinto del Nuevo Testamento.Probablemente su origen sea el mismo que el del Evangelio según San Lucas, pero los textos se separaron antes de que se escribieran los manuscritos que nos han llegado hasta hoy día. Con esta separación se buscaba cultivar el conocimiento de los evangelios como una unidad de archivos sagrados, a los cuales los Hechos servían como una especie de apéndice. Es de un interés y valor históricos únicos: no hay ningún otro libro como éste dentro del Nuevo Testamento.
El libro de los Hechos es la única historia de la Iglesia primitiva, primitiva tanto en el espíritu como en la sustancia; sin él sería imposible tener un cuadro coherente de la Edad Apostólica. Con él, las epístolas paulinas son de un valor histórico incalculable; sin él, permanecerían incomprensiblemente fragmentarias e incompletas, a menudo incluso confundirían.El autor escribe con estilo de tratado (Hechos 1:1). Al principio también se conoció con los siguientes nombres: Los Hechos, El evangelio del Espíritu Santo y El evangelio de la resurrección.
No contiene la historia de todos los apóstoles, sino sólo la de Pedro y de Pablo de Tarso. Juan es mencionado sólo tres veces, y todo lo que se cuenta de Santiago (Jacob, Jacobo o Sanct Yago), el hijo de Zebedeo, es su ejecución por Herodes (Hechos 12:1). Al inicio del libro se menciona a los doce, incluyendo a Matías (que sustituyó a Judas Iscariote). También a lo largo del libro se menciona a Bernabé de Chipre, a Marcos (probablemente se trate del primer evangelista), Santiago el "hermano del Señor", entre otros.

«Biblia» cristiana

La Biblia es un libro usado por todos los cristianos, aun cuando no todos los grupos de cristianos la lean asiduamente. Las Biblias cristianas están constituidas por escritos hebreos, arameos y griegos, que han sido retomados de la Biblia griega, llamada Septuaginta, y del Tanaj hebreo-arameo, y luego reagrupados bajo el nombre de Antiguo testamento. A estos se ha sumado una tercera serie de escritos griegos cristianos agrupados bajo el nombre de Nuevo testamento. Distintos grupos cristianos han debatido largamente sobre la inclusión o exclusión de algunos de los libros de ambos testamentos, surgiendo los conceptos de apócrifos y deuterocanónicos para hacer referencia a algunos de estos textos.
La comunidad judía actual reserva la expresión Biblia cristiana para identificar sólo a los libros que han sido añadidos al Tanaj hebreo-arameo por el judaísmo tardío helenizante alejandrino, y luego por el cristianismo, y evita referirse a su Tanaj con los términos Biblia o Antiguo testamento. Varias denominaciones cristianas incorporan otros libros en el canon de ambos Testamentos.

Cánones bíblicos

Un canon es el conjunto de libros que integran la Biblia según una tradición religiosa concreta, que los considera así "divinamente inspirados" y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo testamento, ya que todas las Biblias tienen el mismo número de libros en el Nuevo testamento.El primer canon es el Pentateuco, el cual se compone de los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y contiene la "Ley de Dios", que es el conjunto de los 613 preceptos del Judaísmo.Dentro del Judaísmo surge disputa sobre el canon correcto. Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Torá o Pentateuco (la Ley), mientras que otros grupos también consideran las Escrituras de los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (los Escritos). Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., el grupo judío predominante fue el de los fariseos, que sí considera al canon como conformado por la Ley, los Profetas y los Escritos. Así, a finales del siglo I el Judaísmo estableció en Yamnia (Yavne) como canon de sus libros sagrados aquellos que cumplieran tres requisitos: que hubiera una copia del libro en cuestión que se supiera que fue escrito antes del año 300 a. C. (cuando la helenización llegó a Judea, con los problemas culturales y religiosos subsecuentes, y que pueden leerse en libros como los de los Macabeos o el de Daniel), que dicha copia estuviera escrita en hebreo o cuando menos arameo (no griego, la lengua y cultura invasora) y que tuviera un mensaje considerado como inspirado o dirigido al pueblo de Dios (con lo que también algunos libros que cumplían las dos características anteriores tuvieron que salir del canon).En tiempos de Jesús de Nazaret es dominante la segunda opinión, la cual es sostenida y transmitida por muchos cristianos hasta tiempos de la Reforma Protestante con la controversia de los libros deuterocanónicos (ver «Estructura», up supra). Esta controversia probablemente se originó precisamente por el hecho de que el Judaísmo había establecido su canon a fines del siglo I, con lo que para ellos ya no estaban presentes aquellos textos que sólo se encontrarían en griego (en la versión de la Biblia judía de los Setenta). Estos libros fueron precisamente los que se considerarían, posteriormente, como deuterocanónicos.La versión judía de la Biblia consta de 24 libros, con ciertas diferencias respecto a las Biblias cristianas. Algunas de ellas son:
Los nombres de varios libros: Éxodo para el original Shemot («Nombres»); Levítico para Vaikrá («Y llamó»).
La subdivisión en tres secciones: Torá (la Ley, el Pentateuco); Nevi'im, los Profetas Anteriores (Josué, Jueces, Samuel y Reyes) y Posteriores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y los 12 profetas menores); y Ketuvim, los Escritos (Salmos, Proverbios, Daniel y los demás libros).
Actualmente, los libros que no son considerados canónicos por católicos y ortodoxos, reciben el nombre de libros apócrifos; a su vez, esos mismos libros suelen ser denominados pseudoepígrafos por los protestantes, que, habitualmente, respetan también el nombre de Deuterocanónicos (literalmente, "del segundo canon") para aquellos que han recibido reconocimiento canónico de católicos y ortodoxos (en general, son libros escritos originalmente en griego, incluidos en la traducción al griego de la Biblia judía conocida como Septuaginta o de los LXX). No obstante, algunas corrientes protestantes fundamentalistas insisten en conservar el nombre de apócrifos para los libros deuterocanónicos. Con todo, hay que señalar, que los primeros cristianos no usaban la Biblia hebrea, sino que usaban la Septuaginta o de los LXX por cuanto varios de los nuevos cristianos fueron judíos de cultura griega, como por ejemplo, Pablo de Tarso, San Esteban, y los evangelistas San Lucas y San Marcos.Así pues, las versiones católicas de la Biblia constan de 73 escritos, en tanto que las versiones protestantes sólo contienen 66, debido a que ellos consideran que siete libros impresos en las versiones católicas (los deuterocanónicos) sólo son "lectura edificante", pero no canónica. Las versiones ortodoxas, por su parte, incluyen 76 libros en total. Además, la Iglesia Ortodoxa Etíope incluye como canónico en el Antiguo testamento el Libro de Enoc, que no incluye ninguna de las otras corrientes cristianas ni el judaísmo.

Estructura

Un libro de la Biblia es un grupo establecido de escrituras. Por ejemplo, el libro de Salmos (en hebreo Tehilim o "Canciones de alabanza") tiene 150 canciones (151 en la versión de los Setenta), mientras que la Epístola de Judas es una carta de media página.La Biblia hebrea o Tanaj está dividida en tres secciones: los cinco libros de Moisés (la Ley o Torá), los libros escritos por los profetas hebreos (los Profetas o Nevi'im) y unos libros que no entran en las dos categorías anteriores (las Escrituras o Ketuvim); éstos son conocidos como hagiógrafa o simplemente «las Escrituras».La Biblia judía fue escrita predominantemente en hebreo, pero tiene algunas pequeñas partes que fueron escritas en arameo. En la Biblia cristiana, la Biblia hebrea es llamada Antiguo testamento, para distinguirla del Nuevo testamento, que es la parte que narra la vida de Jesús y su predicación, entre otras cosas. El Nuevo testamento está dividido en los cuatro Evangelios, Historia (Hechos de los Apóstoles), las Cartas a iglesias cristianas por Pablo y otros apóstoles, y el Apocalipsis.Biblia de Gutenberg.Las Biblias cristianas contienen la totalidad del Tanaj o Antiguo testamento, junto con un grupo de Escrituras posteriores conocidas como el Nuevo testamento. Dentro del cristianismo, no hay acuerdo completo sobre el número exacto de libros que debe tener (con igual reconocimiento) el Antiguo testamento, es decir, sobre su canon. Hasta el siglo XVI se mantuvo en Occidente la traducción latina de san Jerónimo conocida como "la Vulgata" (proveniente del latín vulgar) que incorporaba tanto el canon judío como aquellos escritos de la Septuaginta griega. Con la Reforma Protestante, Martín Lutero cuestionó la necesidad de mantener los libros "apócrifos" junto a los del canon judío y los agrupó como un apéndice edificante al final de su traducción al alemán de la Biblia. La Iglesia Católica Romana confirmó, sin embargo, el canon de la Biblia de los Setenta y de la Vulgata en el Concilio de Trento (1545-1563), reconociendo más claramente la canonicidad de algunos escrituras cuestionadas por Lutero, que desde ese mismo siglo comenzaron a ser llamados "Deuterocanónicos" (Concepto introducido por Sixto de Siena). Las iglesias orientales también reconocen plena canonicidad a los deuterocanónicos, agregando también otros libros que se encuentran en códices antiguos, como III y IV Macabeos y la Oración de Manasés. La Iglesia Ortodoxa Etíope acepta asimismo el Libro de Enoc como canónico. El Nuevo testamento hace referencia tanto a los libros deuterocanónicos como al Libro de Enoc. En cuanto al resto de los libros, no hay disputa alguna y todos los grupos cristianos tienen los mismos libros en el Nuevo testamento de la Biblia.

«Antiguo testamento» y «Nuevo testamento»

El canon del Antiguo testamento cristiano entró en uso en la Septuaginta griega, traducciones y libros originales, y sus diferentes listas de los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente añadió diversos escritos que se convertirían en el Nuevo testamento. Poco diferentes listas de las obras aceptadas siguió desarrollando en la antigüedad. En el siglo IV, una serie de sínodos fue elaborando listas de escritos sagrados que fijaban un Canon del «Antiguo testamento» de entre 46 y 54 distintos documentos y un Canon del «Nuevo testamento» de 20 a 27, siendo este último el utilizado hasta el día de hoy; el cual fue definido finalmente en el Concilio de Hipona en el año 393. Hacia el año 400, Jerónimo había escrito una edición definitiva de la Biblia en latín (véase la Vulgata), el Canon de la cual, debido en parte a la insistencia del Papa Dámaso, fue hecho coincidir con decisiones de varios de los Sínodos reunidos con anterioridad. Con el beneficio de la retrospectiva se puede decir que estos procesos establecieron de manera eficaz el Canon del «Nuevo testamento», aunque hay otros ejemplos de listas canónicas en uso después de este tiempo. Sin embargo, esta lista definitiva de 27 libros no fue legitimada por ningún Concilio Ecuménico sino hasta el Concilio de Trento (1545-63).
Durante la Reforma Protestante, algunos reformadores canónicos propusieron diferentes listas de las que se encuentra actualmente en uso. Aunque no sin debate, véase Antilegomena, la lista de los libros del Nuevo testamento vendría a seguir siendo el mismo, sin embargo, el Antiguo testamento los textos presentes en la Septuaginta, pero no está incluido en el canon judío, cayó de favor. En el momento en que vendría a ser eliminado de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto católico estos textos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que en un contexto protestante que se hace referencia como Apócrifa, la etiqueta se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico que estaban en la Septuaginta. Cabe señalar también, que los católicos y los protestantes describen algunos otros libros, como el libro de los Hechos de Pedro, como apócrifos.
Por lo tanto, el Antiguo testamento protestante de hoy tiene 39 libros —el número varía del número de los libros en el Tanaj (aunque no en contenido) a causa de un método diferente de la división— mientras que la Iglesia Católica Romana reconoce 46 libros como parte del Antiguo testamento canónico. El término "Escrituras hebreas" es sólo sinónimo del Antiguo testamento protestante, no católico, que contiene las Escrituras hebreas y textos adicionales. Tanto los católicos como los protestantes tienen los mismos 27 libros del Canon del «Nuevo testamento»

Historia

La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy dilatado y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo testamento para los cristianos) y luego el Nuevo testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. - 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces («Canto de Débora») y en las denominadas fuentes "E" (tradición elohísta) y "J" (tradición yavista) de la Torá (llamada Pentateuco por los cristianos), que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época. El pueblo judío identifica a la Biblia con el Tanaj (no consintiéndose bajo ningún concepto el término Antiguo testamento) y no acepta la validez del llamado Nuevo testamento, reconociéndose como texto sagrado únicamente al Tanaj.
El canon católico romano de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por primera vez en el Sínodo de Roma en el año 382 de nuestra era, por la Iglesia Católica. Dicho canon consta de 73 libros: 46 constitutivos del llamado Antiguo testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente Deuterocanónicos (Tobit, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc), que han sido impugnados por judíos, y algunos protestantes, aun cuando no por todos; y 27 del Nuevo testamento. Fue confirmado en el Concilio de Hipona en el año 393, y ratificado en los Concilios III de Cartago, en el año 397, y IV de Cartago, en el año 419.Cuando reformadores protestantes lo impugnaron, fue nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546. Ninguna de estas decisiones fue reconocida ni asumida por muchos protestantes, surgidos a partir del siglo XVI, ni por distintas denominaciones paraprotestantes, surgidas a partir del siglo XIX. El Canon de las Biblias Cristianas Ortodoxas es aún más amplio que el Canon de las Biblias Católicas Romanas, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos. (En adición a éstos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV de los Macabeos figuran, así mismo, como apéndices, en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia.)El Antiguo testamento narra principalmente la historia de los hebreos; el Nuevo testamento la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos.
El Nuevo testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al Antiguo testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del Antiguo testamento realizada en Alejandría (Egipto) en el siglo III a. C. La Biblia es para los creyentes la palabra de Dios por ser indudable para estos su inspiración divina. Es un libro eminentemente espiritual y habla sobre la historia de la humanidad, su creación, su caída en el pecado y su salvación, que expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.Para los creyentes, la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo. En el siglo XVI los diferentes movimientos de la Reforma protestante comenzaron a experimentar un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros; para menguar este problema se definió el principio llamado "sola escritura", que significa que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Para la Iglesia Católica Romana, además de la Biblia, también son fuente doctrinal la tradición, las enseñanzas de los Padres de la Iglesia (discípulos de los apóstoles), y decisiones emanadas de concilios. Esta divergencia entre cristianos se intensificó después de 1870, cuando el papa Pío IX declaró que —como único «sucesor de Pedro», y, consecuentemente, «custodio y depositario de las llaves del Reino de los Cielos», era «infalible» en asuntos de fe, moral y doctrina cristiana (dogma de la infalibilidad papal). Mientras que los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única de la iglesia a Jesucristo. Para ambas partes esta gran diferencia ya no es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como designios divinos plasmados y asentados en la Biblia misma.
Para los judíos ortodoxos, por supuesto, el Nuevo testamento no tiene validez. El rabínico considera como fuente de doctrina el Talmud, mientras los caraítas defienden desde el siglo VIII el Tanaj como única fuente de fe.

Etimología

La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta háguia; los libros sagrados), acuñada por vez primera en I Macabeos 12:9, siendo βιβλία plural de βιβλίον (biblíon, 'papiro' o 'rollo', usado también para 'libro'). Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος), importante mercado de papiros de la antigüedad.
Esta frase fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo testamento. Para ese entonces ya era común utilizar únicamente el primer sintagma, τὰ βιβλία, a manera de título.
Ya como un título, se empezó a utilizar en latín biblia sacra (‘los libros sacros’), sin artículo dado que éste no existía en latín. Sin embargo, al ser biblia un cultismo en latín, acabó pasando de considerarse un neutro plural a un femenino singular («la sagrada Biblia»), entendiendo ya Biblia como el nombre propio de todo el conjunto. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las lenguas modernas.

PESCADO EN SALSA VERDE

Ingredientes
1 Kg. de Pescado de su preferencia
¼ de Tomate Verde
1 Manojo de Cilantro
6 Dientes de Ajo
½ Cebolla
1/2 Lechuga
1 Taza de Agua
Aceite
Sal al gusto

Preparación
Se muelen en crudo los tomates, cilantro, ajo, cebolla y lechuga. Se pone a freire en una cazuela y se le agrega la taza de agua, se deja que sazone y se van agregando con cuidado los trozos de pescado, se le agrega la sal y se deja hervir 10 minutos hasta que se cueza el pescado.

PESCADO ADOBADO

Ingredientes
1 Kg. de Carpa limpia y entera
3 Chiles Anchos
1 Taza de Vinagre
1 Diente de Ajo
1 Pizca de Comino
1 Pizca de Orégano
1 Cucharadita de Sal
3 Cucharadas de Aceite
1 Jitomate Molido
1 Cebolla mediana picada
1 Chile Chipotle

Preparación
Se ponen a remojar los chiles anchos sin rabo ni semillas en la taza de vinagre, ya que están suaves se muelen con el ajo, orégano, comino y sal. Se untan las carpas con esta salsita por dentro y por fuera.
En un sartén se calientan las 2 cucharadas de aceite y se ponen ahí las carpas, tapando la cazuela y dejando que cuezan a fuego lento aproximadamente 15 minutos.
En la otra cucharada de aceite se acitrona la cebolla y se agrega el jitomate y chile chipotle molidos y colados. Se deja hervir unos minutos. Sen las carpas y se bañan con la salsita.

PATE DE PESCADO

Ingredientes
½ Kg. de Carne de Pescado
1 ½ taza de leche
2 Huevos enteros
2 Cucharadas de Maicena (Fécula de Maíz)
½ Cucharadita de Nuez Moscada en polvo
½ Cucharadita de Sal
¼ Cucharadita de pimienta blanca
1 Taza de crema
1 Lata de Leche Evaporada
1 Cucharada de Harina
1 Cucharada de Mantequilla
1 ½ Taza de leche

Preparación
Se pone en la licuadora la carne del pescado (la pulpa) puede ser fresco o congelado simplemente dejándolo descongelar, se le agrega a la licuadora la leche, huevos, maicena, nuez moscada y la sal y pimienta, se licua hasta que se forma una pasta homogénea, ya que esta la pasta se le agrega a la licuadora la crema y la leche evaporada, se licua nuevamente hasta que se incorpore toda la mezcla.
Se vierte la mezcla en un molde refractario previamente engrasado y se pone a baño maría con el molde tapado, se deja aproximadamente una hora o hasta que le introduzca un tenedor o palillo y este salga limpio.Se despega del molde con la ayuda de un cuchillo y se desmolda en un platón.Se pone a freír la harina en la mantequilla y se le añade la 1 ½ taza de leche, sal y pimienta al gusto, se deja al fuego hasta que espese. Una vez que esta listo se baña con esta salsita el pate de pescado

PASTEL AZTECA DE SARDINA

Ingredientes
½ Litro de Leche Evaporada
1 Kg. Tortillas de Maíz
Mantequilla
Crema
2 Chiles Poblanos asados, desvenados en rajitas
2 Jitomates asados y molidos
1 Lata de Sardinas
Queso Fresco

Preparación
Se ponen a remojar las tortillas en la leche, En un molde refractario previamente engrasado con la mantequilla se van colocando las tortillas hasta formar una capa, después se coloca una capa de chiles, una capa de jitomates, una capa de sardina desmenuzada y se termina con una capa de queso, se repite el procedimiento hasta que se llene el molde.Ya que se terminaron todas las capas se agrega la leche que sobro donde se remojaron las tortillas y se le pone crema encima. Se mete al horno durante 30 minutos.

HUACHINANGO A LA VERACRUZANA

Ingredientes
1 1/2 Kg. de Huachinango
2 Cucharadas de jugo de lima
2 Dientes de Ajo
6 Cucharadas de aceite de oliva
3 Cebollas rebanadas
4 Jitomates grandes pelados y picados
2 Tazas de caldo de pescado
1/2 Taza de aceitunas
1 Cucharada de alcaparras
6 Chiles jalapechos en vinagre
Sal y Pimienta al gusto

Preparación
Se lava muy bien el pescado, se seca por dentro y por fuera. Se salpimienta al gusto y se rocía con el jugo de lima.Se frien los ajos y la cebolla en el aceite de oliva, y se deja hasta que empiece a dorarse la cebolla. Se agrega el jitomate picado y se deja sazonar a fuego lento. Se agrega el caldo de pescado, las aceitunas, las alcaparras, los chiles y se pone el pescado en la salsa, se sube la flama y ya que este hirviendo se vuelve a bajar la flama y se deja cocinar hasta que el pescado este cocido y la salsa espesa.

CEBICHE

Ingredientes
1 Kg. de pescado
10 Limones
2 Tazas de cebolla picada
2 Cucharadas de cilantro picado
3 Jitomates pelados y picados
1/2 Taza de aceitunas picadas
4 Aguacates pelados y picados
1 Cucharadita de Oregano
Chiles Jalapeños en vinagre
Sal y Pimienta al gusto

Preparación
Se lava muy bien el pescado y se limpia de espinas y piel, se pica la pulpa en cubitos. Se ponen en un recipiente y se le agrega el jugo de limon, se tapa y se mete al refrigerador durante 6 horas, revolviendolo de vez en cuando.Se mezcla la cebolla con el cilantro, el jitomate, las aceitunas, el aguacate, el orégano. se revuelve muy bien y se agrega al pescado, se deja reposar otra hora en el refrigerador. Se sirve adornado con chiles jalapeños acompañado de galletas saladas o tostadas.

CAMARONES EN SALSA VERDE

Ingredientes
1/2 Kg. de Camarones Medianos
1 Diente de Ajo grande
5 Cucharadas de aceite de oliva
2 Cucharadas de fécula de maiz (maicena)
1/4 de taza de vino blanco
1 Manojo de Perejil
Sal y pimienta al gusto

Preparación
Los camarones se lavan se pelan y descabezan, enseguida se frien en el aceite de oliva , cuando esten transparentes se le agrega la fécula de maiz y se dejan dorar un poco. Se agrega el perejil molido con el ago y se sazona con la sal y pimienta, se deja unos minutos y enseguida se le agrega el vino con un poco de agua, se tapa y se deja hervir a fuego lento. Se puede agregar mas agua o vino segun se requiera.
Una vez que la salsa se espesa se retira del fuego y se sirve.

CALDO DE PESCADO

Ingredientes
4 Rebanadas de Pescado Huachinango
2 Calabacitas en picadas en rueditas
2 Zanahorias en picadas en rueditas
1 Rama de Cilantro
1 Jitomate Picado
1 Trozo de Col
1/2 Cebolla Picada
1 Pisca de Mejorana
1 Chile Jalapeño en escabeche en rajas

Preparación
Se sofrie el jitomate y la cebolla en un poquito de aceite, enseguida se le agrega agua, ya que esta hirviendo se le agrega la verdura, ya que la verdura esta suave se le agrega el pescado para que se cosa, por último se le agrega la mejorana, el chile jalapeño y sal al gusto. (El pescado tarda apróximadamente 10 o 12 Minutos para cocerse)

CALDO DE MARISCOS

Ingredientes
250 Grms de camarones
1/2 Kg. de Almejas
2 Filetes de Pescado
4 docenas de Ostiones
1 Cebolla Chica
4 Dientes de Ajo
1 Taza de Vino Blanco
1 Ramita de Hierbas de Olor
Sal y Pimienta

Preparación
Se ponen a hervir los camarones, las almejas, el pescado y los ostiones en 2 litros de agua, junto con la cebolla pelada y picada, los ajos pelados y las hierbas de olor, hasta que estén cocidos se les pone la sal , pimienta y el vino blanco, se baja la flama y se deja hervir unos minutos mas. Se sirve bien caliente.

BOCADILLOS DE SARDINA

Ingredientes
1 Lata de Sardinas
10 Aceitunas picadas
2 Jitomates
1 Paquete Chico de Pan Blanco
Queso rallado

Preparación
Se limpia muy bien las sardinas cuidando que no tengan espinas, se desmenuzan y se mezclan con las aceitunas. Se corta el pan blanco en círculos de tamaño aproximado de las rebanadas de jitomate, se puede ayudar con un cortador de galletas. Se colocan las rebanadas de pan en un molde refractario y se meten al horno hasta que se doren un poco, se sacan del horno y encima se les pone una rebanada de jitomate y se untan de sardina, se les agrega el queso rayado encima. Se meten nuevamente al horno hasta que el queso se derrita.

BOCADILLOS DE ATUN

Ingredientes
1 Lata de Atún
1 Barra de Queso Crema
2 Cebollitas Cambray picadas
1 Limón
Salsa Inglesa

Preparación
Se vacía la lata de atún en una coladera y se apachurra para exprimirle todo el aceite o el agua, Ya que esta seco se desmenuza y se mezcla con el queso crema, cebolla, jugo de limón y salsa inglesa.
Se unta la mezcla en galletitas saladas.

BACALAO CAMPESTRE

Ingredientes
½ Kg. de Bacalao
1 Cebolla en rebanadas
2 Dientes de Ajo picados
1 Cucharadita de consomé en polvo
2 Cucharadas de Salsa Inglesa
½ Taza de aceitunas deshuesadas
½ Taza de Pimientos Morrones picados
1 Taza de Chicharos
2 Tazas de Agua
Sal y pimienta al gusto

Preparación
Desde un día antes se pone a remojar el bacalao, se le quitan las espinas y la piel y se pare en trocitos. Se acitrona la cebolla con el ajo picado, después se le agregan dos tazas de agua, el consomé y la salsa inglesa. De deja hervir durante 10 minutos. Se agregan las aceitunas , pimientos morrones, chicharos, sal y pimienta al gusto.

BACALAO AL VINO TINTO

Ingredientes
½ Kg. de Bacalao
1 Vaso de Vino Tinto
3 Cucharadas de aceite
2 Cebollas con rabo
1 Ramo de Hierbas de Olor
3 Galletas Saladas
1 Cucharada de Perejil picado
Sal y pimienta al gusto.

Preparación
El bacalao se pone a remojar desde un día antes en agua fría durante 8 o 10 horas, cambiándole el agua 4 o 5 veces durante ese tiempo, después se pone a cocer con bastante agua, las cebollas y las hierbas de olor. En el aceite caliente se fríe la cebolla y el perejil picado, se agrega el bacalao en pequeñas porciones y se deja freír un poco espolvoreándolo con las galletas molidas, después se le agrega el vino tinto y se sazona con sal y pimienta si es necesario, se deja hervir un poco y se sirve caliente.

BACALAO A LA MEXICANA

Ingredientes
1 Kg. de Bacalao
1 Kg. de Jitomate
2 Cebollas grandes
100 Grms. de Pasitas
100 Grms. de Almendras
100 Grms. de Aceitunas
1/2 Kg. de Papas
1 Cabeza de Ajos
1 Lata de Pimientos Morrones
3 Huevos
Chiles largos al gusto

Preparación
Se remoja el bacalao un dia antes, al día siguiente se cambia el agua y se pone a cocer. Se saca, se escurre y se parte en trocitos.
Se baten los huevos para capear los trocitos de bacalao y freirlos en aceite, luego se acomodan en un platón. Se prepara una salsa con los jitomates, la cebolla y los ajos, se frie hasta que espese, se le agregan las papas cocidas, las pasas, las almendras picadas, las aceitunas, los pimientos en tiritas y los chiles largos al gusto. Se bañan los trocitos de bacalao con esta salsa y se sirven.

ALMEJAS A LA MEXICANA

Ingredientes
2 Kg. de Almejas
2 Jitomates Grandes pelados y picados
2 Cucharadas de Perejil
2 Cucharadas de Cebolla
2 Chiles verdes
1 Cucharadita de Cilantro
4 Cucharadas de Aceite de Olivo
2 Tazas de Agua Fria
Sal y pimienta al gusto

Preparación
Se lavan muy bien las almejas y se ponen con todo y su concha en una cacerola, se cubren con el jitomate, perejil, cebolla, chile y cilantro todo finamente picado. Se agrega el aceite de olivo y el agua. Se sazona con sal y pimienta, se tapa la cacerola y se deja hervir a fuego lento hasta que se abran las conchas y se espese la salsa. Se sirven en su propia concha.

ALBONDIGAS DE PESCADO

Ingredientes
½ Kg. de Pescado al gusto (mojarra, lisa, lobina, carpa, etc.)
½ Kg. de Jitomate
½ Cebolla picada
10 Aceitunas picadas
1 Chile Poblano en rajas
1 Taza de Hojuelas de Maíz Molidas o Pan para Empanizar
1 Diente de Ajo
1 Cucharada de Perejil
2 Huevos

Preparación
Se prepara la salsa licuando el jitomate, cebolla, aceitunas y chile poblano, se cuela y se pone a fuego lento. Se desmenuza con las manos el pescado y se mezcla con el pan para empalizar, el ajo picado y el perejil. Ya que esta bien mezclado se le agregan los 2 huevos enteros hasta que se forme una pasta. Se forman las bolitas y se agregan a la salsa hirviendo, y se dejan durante 10 minutos o hasta que estén cocidas

ROLLO DE CARNE AL HORNO

Ingredientes
1 Bolillo remojado en leche
1 Kilo de Carne molida mixta
200 Grms. de Tocino picado
2 Huevos cocidos
1 Huevo crudo
Pimienta y Sal
1 Vaso de Jerez
Papel Aluminio
1/2 Kilo de Verdura cocida y picada en cuadritos

Preparación


Se mezcla la carne con el tocino, el huevo crudo y el bolillo remojado, se salpimienta, después se extiende la carne en un papel aluminio y se coloca encima las verduras, los huevos cocidos y picados, y se enrolla. Se mete al horno durante 20minutos a 180ºC y después se saca para bañarlo con el jerez, se vuelve a meter al horno por otros 20 minutos o hasta que quede seco.

PICADILLO

Ingredientes
500 Grms. de Carne de Res Arrachera o Falda para deshebrar
250 Grms. de Tomate Verde picado en trocitos
2 Papas grandes cortadas en cuadritos
1 Cebolla Mediana Picada
2 Chiles Anchos cocidos y deshebrados
2 Chiles Chilacate o Mirasol cocidos
1 Diente de Ajo
1 Pisca de Cominos
Sal

Preparación
La carne se pone a cocer con sal, ya que esta cocida se deshebra.Se licuan los chiles cocidos, el ajo y los cominos, después se pasan por un colador.En una olla se pone un poco de aceite, ya que este caliente se le agrega la cebolla picada y los tomates y se dejan freír un poco, enseguida se le agregan las papas y el chile ya colado, se le agrega el jugo que quedo donde se cocio la carne y por último se agrega la carne y se deja hervir hasta que se cosan bien las papas y los tomates.

PACHOLAS

Ingredientes
1/2 Kilo de Carne de res molida
1 Taza de Frijoles de la olla
1 Birote remojado en agua y exprimido
15 Bolitas de Pimienta
Aceite
Sal

Preparación
En un metate se pone la carne, los frijoles ya apachurrados, el bolillo, sal y pimienta, se va moliendo en el metate hasta que quede todo bien molido, se va bajando la carne por el metate para que salgan unas tiras delgadas.Las tiras se frien en el aceite y se sirven con sasla de jitomate(Si no se tiene un metate se puede licuar los ingredientes y añadirselos a la carne, se revuelve bien con las manos, despues se hacen tortitas con las manos y se ponen a freir.

MILANESAS DE RES EMPANIZADAS

Ingredientes
1/2 Kilo de Bisteces de res para empanizar
2 Huevos
Pan para empanizar
Pimienta Molida
Sal
Aceite

Preparación
A losos bisteces se les pone sal y pimienta.Los huevos se revuelven bien con un tenedor, y se pasan los bisteces por el huevo, luego se pasan por el pan molido y se ponen a freir muy bien por los dos lados.Se sirven y se adornan con lechuga, rebanadas de jitomate, rebanadas de cebolla.

LOMO DE CERDO ADOBADO

Ingredientes
1/2 Kilo de Bisteces de Lomo de Cerdo
1 Chile Ancho dorado
1 Chile Mirasol dordo
1 Diente de Ajo
2 Clavos de Olor
5 Pimientas
1 Pisca de Cominos

Preparación
Se fríen los bisteces y de doran un poquito.Los Chiles y las especies se licuan y se pasan por un colador, después se agrega a los bisteces y se deja hervir. Se sirven y se adornan con hojas de lechuga, rebanadas de jitomate y rebanadas de cebolla.

LOMO BORRACHO

Ingredientes
1 Kilo de Lomo en trozo
3 Rebanadas de Jamón
3 Rebanadas de Tocino
1 Diente de Ajo
1/2 Cebolla
1/2 Cerveza
2 Cucharadas de Vinagre
1 Cucharada de Consome
2 Chiles de Arbol secos
2 Cucharadas de Aceite
1 Pisca de Mejorana
12 Almendras doradas
1 Frasco Chico de Aceitunas
6 Ciruelas Pasas sin hueso

Preparación
Se le hacen orificios al Lomo para rellenar los huecos con los ingredientes.Se licua el ajo, la cebolla, chiles de arbol, cerveza, consome, aceite y vinagre, después se vacea en una charola o molde refractario y se coloca el lomo, se deja macerar drante 1 o 2 horas.Cada orificio de lomo se rellena con jamón, tocino, almentras, ciruelas y aceitunas, se hornea durante 1 hora a 180º Se sirve en rebanadas con salsa de champiñones

LENGUA DE RES EN SALSA ROJA

Ingredientes
1 Lengua de Res
1 Kilo de Jitomates
2 Hojas de Laurel
2 Ajos
8 Pimientas enteras
2 Naranjas (de preferencia agria)
Sal

Preparación
Se coce la lengua y se le quita el cuero, después se corta en rebanadas.Los jitomates se cocen y se licuan con el laurel, ajos, pimienta y sal al gusto.
En una cacerola se guisa la salsa que licuamos ya colada, enseguida se le agrega el jugo de las 2 naranjas y ya que este hirviendo se le agregan las rebanadas de lengua.

UBRE EN MOLE DE OLLA

Ingredientes
1 Kilo de Ubre
1 Bolita de Masa
4 Pimientas
2 Clavos de Olor
1 Pisca de Cominos
2 Chiles Anchos cocidos
2 Chiles Mirasol cocidos
1 Diente de Ajo
Sal al gusto

Preparación
La ubre se pone a cocer con sal hasta que quede suave, después se corta en cuadritos.
Los chiles ya cocidos se licuan junto con la masa, pimienta, clavo, ajo, comino y se pone en una cazuela ya colado. Se le agregan las ubres y se sazona con sal, se deja un rato a fuego lento hasta que quede espeso.


FILETE DE TERNERA CON CEBOLLAS

Ingredientes
800 Gramos de Filete de Ternera en trozo
100 Gramos de Mantequilla
4 Cebollas grandes
8 Rebanadas de Pan Blanco de Caja
Sal y pimienta al gusto.

Preparación
Al filete se le quitan los pellejos y la grase, se limpien con un lienzo húmedo, se corta rebanadas para obtener los filetes, se golpean un poco para aplanarlos, después se untan con un poquito de mantequilla.La cebolla se rebana finamente y se fríe en el resto de la mantequilla hasta que este acitronada y se fríen ahí los filetes a fuego alto sazonándolos con sal y pimienta al gusto.Se sirven en un platón con cuadritos de pan dorado en la mantequilla.

FILETES DE RES CON PLATANO, PIÑA Y CEBOLLA

Ingredientes
1 Kilo de Filete de res en trozo
2 Platanos Machos en rodajas
1/2 Piña en trocitos
1 Cebolla Grande en rodajas
Sal y Pimienta

Preparación
El filete se corta en trocitos y se pone a freir con sal y pimienta, ya que esta suave se le agrega la cebolla y luego la piña y el platano, se tapa la cacerola y se mueve de vez en cuando para que no se pegue.

CHILES RELLENOS DE CARNE

Ingredientes
4 Chiles Poblanos
1/4 de Carne Molida Mixta
2 Huevos
Harina
Aceite
100 Grms. de Pasitas picadas
50 Grms. de Nuez picada
1 Jitomate
1 Trozo de Cebolla

Preparación
Los chiles se asan, después se les quita la piel y las semillas.La carne se pone a cocer con sal, ya que esta cocida se separa con un tenedor y se pone a guisar con poquito aceite, se le agregan las pasas, las nueces, jitomate picado y la cebolla picada.Se rellenan los chiles con la carne poniendo un palillo en la abertura que se les hizo para sacarles las semillas, enseguida se enharinan. Se bate el huevo a punto de turrón y se pasan los chiles por el huevo y se ponen a freir.

CHICHARRON DE CERDO CON CHILE

Ingredientes
1/4 de Chicharrones
3 Jitomates medianos cocidos
3 Chiles verdes cocidos
1 Diente de Ajo

Preparación
Se ponen a cocer los jitomates y los chiles, Una vez cocidos se licuan con el diente de ajo y agua la necesaria.Después de licuados se pone a hervir en una caserola y se le agregan los chicharrones y se dejan hervir hasta los chicharrones se ablanden.

ESPINAZO DE CERDO CON VERDOLAGAS

Ingredientes
1 Kilo de Espinazo
1 o 2 Manojos de Verdolagas según el tamaño
1 Chile Mirasol Cocido
1 Chile Ancho Cocido
1 Diente de Ajo
250 Grms. de Masa
La punta de una cuchara de Royal
1 Cucharada sopera de manteca

Preparación
Se lava muy bien el espinazo y se deja remojar un ratito, senseguida se pone a cocer con sal al gusto. Ya que esta casi cocido se le agregan las verdolagas.Los chiles se licuan con el ajo y se pasan por un colador y el chile se le agrega a la olla con la carne. La masa se amasa con la manteca y el royal hasta que quede suave. Se hacen bolitas con la masa, como del tamaño de un limón y se les hunde el centro con el dedo y se le agregan a la olla hasta que se cosan las verdolagas.

CHAMORRO DE CERDO EN ACHIOTE

Ingredientes
2 Chamorros en rebanadas
1 Cajita de Achiote
3 Naranjas (el jugo de 3 naranjas)
2 Dientes de Ajo
1 Pisca de Mejorana
1 Cucharada de Aceite
Sal y Pimienta

Preparación
Se licua el achiote, jugo de naranja, ajos, aceite, mejorana, sal y pimienta.
Se lava el chamorro y después se pone en un recipiente junto con el achiote licuado y se deja reposar de 30 a 60 minutos. Se cortan cuadros de papel aluminio y se coloca un trozo de chamorro y chilito de achiote, se envuelven y se colocan en un molde refractario. Se meten al horno a 180ºC hasta que se cosan
(también se pueden hacer en la olla de presión)

COSTILLAS DE CERDO AL VAPOR

Ingredientes
500 Grms. de Costillas de Cerdo
2 Chiles Morron en rajas
1 Cebolla en rodajas
2 Jitomates grandes rebanados
Sal y Pimienta


Preparación
Las costillas se lavan muy bien y después se acomodan en una cacerola y se le agrega el chile, jitomate, cebolla, pimienta y sal al gusto. Se tapa y se deja a fuego lento a que se cosa.

COSTILLAS DE CERDO EN PIÑA

Ingredientes
1/2 Kilo de Costillas de Cerdo
2 Rebanadas de Piña en trozos chicos
1 Chile Poblano asado, desvenado y en tiras
1 Cajita de Pure de Tomate
Sal y Pimienta

Preparación
Se cocen las costillas y se doran con sal, se le agrega la piña y las rajas de chile, enseguida el pure de tomáte y la pimienta.Se deja un ratito a fuego lento.

COSTILLAS DE CERDO A LA BARBECUE

Ingredientes
1 1/2 Kilo de Costillas de Cerdo
2 Tazas de Salsa Catsup
2 Jitomates
3 Chiles de Arbol
2 Chiles Mirasol
1 Cebolla
2 Dientes de Ajo
3 Hojas de Laurel
Aceite
Sal y Pimienta

Preparación
Se cocen las costillas con ajo, cebolla y laurel Se licua el jitomate, catsup, los chiles, pimienta molida, un chorrito de aceite, y se le agrega el agua en la que se cocio la carne. Las Costillas se frien y se escurren para que no tengan tanta grasa.
Se acomodan las costillas en un molde refractario y se les vacea el chile, se meten a hornear durante 25 minutos a 180º

COLA DE RES EN MOLE DE OLLA

Ingredientes
1 Kilo de Cola de Res en trozos
50 Grms de Masa de maiz
1 Diente de Ajo
4 Pimientas
2 Clavos de Olor
2 Chiles Mirasol o Chilacate Cocido

Preparación
Se lava muy bien la carne y se pone a cocer, ya que casí esta cocida se licuan los ingredientes y se pasan por un colador y se le agrega a la olla con la carne, se sasona con sal y se deja hervir cuidando que no se pegue.

CARNE EN SU JUGO

Ingredientes
1 Kilo de Carne de Res picada para hacer carne en su jugo
1 /12 Tazas de Hojuelas de Maíz
1/4 Kilo de Tomates
1 Chile Cerrano en escabeche (o jalapeños)
2 Cucharadas de Consome

Preparación
Se pone la carne picada en una cacerola para que se ase, moviendola constantemente para que no se queme.Se licuan los tomates, el chile y las hojuelas, después se vacea en una olla con 1 1/2 litro de agua. ya que esta hirviendo se le agrega la carne ya asada y se deja cocer hasta que quede suave y se le agrega el consome.
Se sirve con frijoles de la olla, salsa de uña, aguacate y tostadas

CARNE DE CERDO CON CHILE

Ingredientes
1/2 Kilo de Costilla de Cerdo
3 Jitomates asados
3 Chiles Verdes asados
1 Diente de Ajo
Pimienta molida

Preparación
La carne se lava y se pone a cocer con con un poco de agua y sal, ya que se seco el agua se le agrega poquito aceite y se esta moviendo hasta que dore. Los jitomates y chiles asados se les quita la piel y se licuan con el ajo, pimienta y un poco de agua, se le agrega la carne ya dorada y se deja hervir un rato.

BISTECES DE RES EN SALSA DE CHILE PASILLA

Ingredientes
1/2 Kilo de Bisteces de Res
6 Chiles Pasilla dorados
2 Dientes de Ajo
Pimienta
Aceite

Preparación
Se ponen a freir los bisteces en una cazuela Aparte se ponen a dorar los chiles pasilla en el aceite y después se licuan con los ajos y la pimienta. Una vez licuado se vacea a la carne, se le baja el fuego y se deja sasonar

BISTEC EN SALSA DE MOSTAZA

Ingredientes
1/2 Kilo de Bistec sin grasa
2 Cucharadas de Cebolla
2 Dientes de Ajo
3 Cucharadas de Jugo de Limón
2 Cucharadas de Aceite de Olivo
Salsa de Mostaza
Sal y Pimienta al gusto

Preparación
Se muele la cebolla, ajo, jugo de limón, aceite, sal y pimienta. La carne se pone a marinar en esta salsa durante 2 horas. Se escurre la carne y se pone a asar.
Se sirve la carne y se baña con la salsa de mostaza, se sirve con ensalada fresca.

BISTECES DE RES ENCEBOLLADOS

Ingredientes
1/2 Kilo de Bisteces de Res
2 Cebollas picadas en rodajas
1 Kilo de Tortillas
2 Ramas de Cilantro picado
Sal y Pimienta
Aceite


Preparación
La Carne se corta en pedazos chicos y se pone a freír con sal y pimienta , ya que esta frita se le agrega la cebolla rebanada a que se fría y quede transparente.
Se hacen taquitos con la carne y se les agrega salsa de tomate y cilantro picado.

ALBÓNDIGAS

Ingredientes
1/2 Kilo de Carne Molida Mixta
1 Jitomate grande picado
1 Cebolla mediana picada
2 Cucharadas soperas de arroz
2 Huevos
1 Rama de Perejil picado
1 Rama de Orégano picado
1 Rama de Hierba Buena picada
1 Pisca de tomillo
3 Jitomates Cocidos
1 Trozo de Cebolla

Preparación
En un recipiente se pone la carne, el jitomate picado, la cebolla, las hierbas, sal, huevos, el tomillo y el arroz. Se revuelve todo y se hacen bolitas .Se licuan los jitomates cocidos y el trozo de cebolla, se pasan por el colador y se guisa en un poquito de aceite, se le agrega agua y ya que esta hirviendo se agregan las albóndigas y se dejan cocer y por último se sasonan con sal.