Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben.»
Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?
Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos días.»
Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo, desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo.
«Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los pellejos se echarían a perder;
sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos nuevos.
Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: «El añejo es el bueno.»
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios